Brasilia. En octubre próximo se prevé abrir la licitación para la construcción del Tren de Alta Velocidad (TAV), que conectará las ciudades de Rio de Janeiro y Sao Paulo. Así lo adelantó el director general de la Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT), Bernardo Figueiredo. El proyecto quedará en consulta pública hasta el 15 de septiembre.
Según el cronograma divulgado el jueves por Figueiredo, la presentación de las propuestas se debería realizar en enero del próximo año. "Si los estudios ambientales avanzan, puede que la obra comience en 2010", afirmó el titular del organismo
El gobierno divulgó el jueves el modelo económico financiero del proyecto, según el cual 70% del emprendimiento contará con financiamiento público y 30% con dinero del sector privado.
Para despejar las dudas relacionadas con la viabilidad de la construcción del TAV, el gobierno financiará, a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), cerca de 60,4% del proyecto, avaluado en US$ 18.844 millones, informó el presidente de la institución, Luciano Coutinho.
Además, el gobierno brasileño asumirá los gastos de expropiación, dejará exento de impuestos al ganador de la licitación e inyectará US$614,9 millones en la operadora del TAV. El Bndes, por su parte, pondrá a disposición del concesionario casi US$11.000 millones.
El hecho de que el poder público contribuya con casi la totalidad de los gastos es justificado por Coutinho por la "preocupación manifestada por varios interesados, que tiene relación con la inmensa dificultad” para estructurar un financiamiento de gran tamaño. "Estamos viviendo un momento en el que el sistema bancario mundial fue debilitado fuertemente, y la disposición de los bancos para ofrecer grandes préstamos, especialmente de mayor riesgo, es muy baja", explicó.
El préstamo del banco será a 30 años, tendrá un período de gracia de 5,5 años e intereses de 1% al año más la variación de la Tasa de Intereses de Largo Plazo. Por otro lado, un monto de US$1.848 millones será entregado por Eximbank, completando la participación de 70% del sector público. Ese préstamo tendrá un vencimiento de 20,5 años, 5,5 años de gracia y tasa de 3% al año, más la variación cambiaria.
Finalmente, el gobierno, a través de la ETAV (Empresa de Transporte Ferroviario de Alta Velocidad), aportará US$614,9 millones al capital del concesionario, destacó Coutinho. "En todo el mundo estos trenes son operados por empresas públicas de sus respectivos países. Es importante que el gobierno tenga un pedazo de la empresa, para aprender acerca de la operación y asegurar que la transferencia de tecnología se realice de manera eficiente", comentó.
De acuerdo con el presidente del Bndes, la disposición del gobierno brasileño de compartir riesgos es una "muestra de confianza del gobierno al proyecto". El modelo de la licitación también contempla exenciones fiscales que, según Coutinho, suman cerca de US$3.263 millones, considerando "toda la vida del proyecto".
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