La ciudad de Trujillo, además de la ciudad de Lima ya se ha constituido
como una urbe en donde la gestión municipal toma la iniciativa de
implementar las ciclovías recreativas, actividad que se está plasmando
de forma masiva en diversas ciudades del mundo como una forma de
disminuir el uso del vehículo automotor, uno de los principales
causantes de la contaminación ambiental.
La Av. Juan Pablo II ha sido la escogida para que se efectúe la
referida ciclovía recreativa entre las 9:00 am y 12:00 m de los
domingos. El cierre de la avenida va desde la intersección de la Av.
Jesús de Nazareth hasta el Óvalo Papal. Se cuenta con presencia policial.
Se espera que ésta actividad se extienda paulatinamente y de forma
agresiva ya que de forma similar que el caso limeño (Ciclodía), la
ciclovía recreativa en Trujillo posee una cobertura de 0,66% de su
población -se estima que participan unos 5000 para una población de 750
mil. Lima cubre tan sólo el 0,16% de sus habitantes con su ciclovía
recreativa.
Estos porcentajes aún están lejos de cumplir con los
objetivos principales de las ciclovías recreativas, que son el
otorgamiento de grandes espacios públicos, una mayor actividad física
para el grueso poblacional y disminución considerable del uso del
vehículo automotor. Como referencia, la ciudad de Bogotá y su ciclovía
recreativa, cubre actualmente al 15% de su población, aunque años atrás
logró hacerlo al nivel del 30%.
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